

"Robert Mitchum fue uno de los mejores actores y uno de los personajes más interesantes de la historia del cine, un tipo duro de verdad (historial carcelario incluido) y un astro del cine durante un período asombrosamente largo: medio siglo. Paseó su chulería y su mirada adormilada por un puñado de clásicos de la pantalla: La noche del cazador, Cara de ángel, Retorno al pasado, El cabo del terror, El día más largo, Yakuza, Adiós muñeca y Vientos de guerra, entre muchas otras películas legendarias. Los ingredientes de su personalidad -contundente presencia física, violencia latente, humor sardónico e indiferencia existencial- crearon un nuevo estilo de actor cinematográfico: el primer antihéroe moderno -antes de Brando, James Dean, Elvis e Eastwood-, el inventor del cool cinematográfico".
