Es como la lluvia en una película muda, o como un barco en el fondo del mar, o como una galería de espejos a la hora de cerrar, o como la tumba del ventrílocuo mundialmente famoso, o como el rostro de la novia cuando se sienta a mear después de hacer el amor toda la noche, o como una camisa secándose en el tendal sin una casa a la vista… Bueno, vas pillando la idea. De 'El monstruo ama su laberinto', Charles SIMIC.

Stevie Ray Vaughan y el porvenir

25/8/07 | |

Imagen tomada de Modern Music Masters
Porvenir
—Mamá: a los muertos, ¿adónde se los llevan? La madre hace como que no ha oído, con la esperanza de que su hija no vuelva a repetirle la pregunta. —Mamáaa. Que te he preguntado una cosa... —¿Qué, cariño? Perdona, no te he oído bien. De todas formas, ¿no te parece que vas un poco lenta con tu merienda? Venga, ánimo; cuando termines con el bocadillo te hago un zumo de naranja. —Te he preguntado que a ver adónde llevan a los muertos, mamá. —¿A los muertos? Pues, bueno, a algunos los entierran. Los cementerios son para eso; ya sabes, ese jardín que está de camino al parque del Norte... Pasamos a menudo por ahí. Continuar leyendo...
Iban Zaldua.