Es como la lluvia en una película muda, o como un barco en el fondo del mar, o como una galería de espejos a la hora de cerrar, o como la tumba del ventrílocuo mundialmente famoso, o como el rostro de la novia cuando se sienta a mear después de hacer el amor toda la noche, o como una camisa secándose en el tendal sin una casa a la vista… Bueno, vas pillando la idea. De 'El monstruo ama su laberinto', Charles SIMIC.

Juchitan, Graciela Iturbide

9/8/08 | |

Anti-Utopía

La utopía, la absoluta Anti-Utopía, sería para Münster la cárcel perfecta, situada en una isla, con guardianes eternos y en la cual se aplicarían eternas penas de reclusión, los días serían absolutamente iguales, los presidiarios repetirían los mismos actos todos los días, la comida sería siempre la misma, la evasión estaría excluida de toda posibilidad, y no habría tampoco lugar a la liberación por la muerte. 
Al mismo tiempo, guardianes y convictos estarían esperando siempre un hecho que se escapara de la medrosa rutina y esta espera se convertiría en parte esencial del rito. De allí surgirían para Münster la idea de libertad y el impulso del progreso.
Pedro Gómez Valderrama
El libro de la imaginación
EDITORIAL FONDO DE CULTURA ECONÓMICA