Es como la lluvia en una película muda, o como un barco en el fondo del mar, o como una galería de espejos a la hora de cerrar, o como la tumba del ventrílocuo mundialmente famoso, o como el rostro de la novia cuando se sienta a mear después de hacer el amor toda la noche, o como una camisa secándose en el tendal sin una casa a la vista… Bueno, vas pillando la idea. De 'El monstruo ama su laberinto', Charles SIMIC.

Slightly Scarlet, atigradas princesas del cine negro

24/9/08 | |

Noche de buen cine en Tres Arroyos. Dentro del ciclo pelirrojas fatales, se presentó la película Slightly Scarlet (Allan Dwan, 1956), con la presencia de las  volcánicas Rhonda Fleming y Arlene Dahl. No se muestra mucha piel (lo siento, joven Nelson), pero la pantalla quema. 

Una pobre sinopsis encontrada por ahí: "La ciudad de Baby City está dominada por Solly Caspar, un gangster que tiene comprado al alcalde y al jefe de policía. Con motivo de las elecciones, Caspar sobrepasa todos los límites y asesina al editor del periódico local, que le hostiga desde sus páginas, por lo que tiene que huir a Méjico".