Es como la lluvia en una película muda, o como un barco en el fondo del mar, o como una galería de espejos a la hora de cerrar, o como la tumba del ventrílocuo mundialmente famoso, o como el rostro de la novia cuando se sienta a mear después de hacer el amor toda la noche, o como una camisa secándose en el tendal sin una casa a la vista… Bueno, vas pillando la idea. De 'El monstruo ama su laberinto', Charles SIMIC.

Kim Deitch, las amarguras no son amargas

3/1/09 | |

"El bulevar de los sueños rotos es un grito al cielo en busca de una cierta esperanza, esperanza que no se puede comprar, pero si se suele vender. Esperanza por unos viejos sueños rotos que se intentarán sustituir por otros nuevos. Esperanza por sentir el que nunca acabe la diversión que debería estar, en parte, siempre ligada al propio arte, en contraposición a esa vergonzosa esclavitud de la gente obligada a trabajar produciendo basura que se burla de la misma idea de lo que es el arte". Leer artículo completo.
El Bulevar de los sueños rotos, de Kim DeitchDescargar aquí