Es como la lluvia en una película muda, o como un barco en el fondo del mar, o como una galería de espejos a la hora de cerrar, o como la tumba del ventrílocuo mundialmente famoso, o como el rostro de la novia cuando se sienta a mear después de hacer el amor toda la noche, o como una camisa secándose en el tendal sin una casa a la vista… Bueno, vas pillando la idea. De 'El monstruo ama su laberinto', Charles SIMIC.

El gringo viejo y la gardenia azul

7/3/09 | |

LA VELA CARMESÍ

Un hombre que yacía en su lecho de muerte llamó a su lado a su esposa, y le dijo:
—Estoy por dejarte para siempre; dame, entonces, una última prueba de tu afecto y fidelidad. Encontrarás en mi escritorio una vela carmesí, que fue bendecida por el Gran Sacerdote y tiene un peculiar significado místico. Júrame que mientras esa vela exista, tú no te volverás a casar.
La Mujer juró y el Hombre murió. En el funeral, la Mujer se mantuvo de pie a la cabeza del féretro, sosteniendo una vela carmesí ardiente, hasta que esta se consumió por completo.
Ambrose Bierce

LA VIUDA DEVOTA

A una Viuda que lloraba sobre la tumba de su esposo, se le aproximó un Caballero Atractivo que, de manera respetuosa, le aseguró que desde hacía tiempo abrigaba por ella los sentimientos más tiernos.
—¡Sinvergüenza! —exclamó la Viuda—. ¡Déjeme ya mismo! ¿Es momento para hablarme de amor?
—Le aseguro, señora, que no pensaba descubrir mis sentimientos —explicó humildemente el Caballero Atractivo—, pero el poder de su belleza venció a mi discreción.
—Tendría que verme cuando no estoy llorando —dijo la Viuda.
Ambrose Bierce
En la foto, Anne Baxter (
Gardenia azul)