Es como la lluvia en una película muda, o como un barco en el fondo del mar, o como una galería de espejos a la hora de cerrar, o como la tumba del ventrílocuo mundialmente famoso, o como el rostro de la novia cuando se sienta a mear después de hacer el amor toda la noche, o como una camisa secándose en el tendal sin una casa a la vista… Bueno, vas pillando la idea. De 'El monstruo ama su laberinto', Charles SIMIC.

Estética en un lugar solitario

5/3/09 | |

ESTÉTICA

Ha transcurrido una semana desde la operación y hoy el doctor procederá a retirar las vendas que cubren mi rostro. En los últimos días apenas he podido encender el horno, pues las provisiones escasean, así que he pasado la mayor parte del tiempo frente al espejo, fantaseando con el aspecto que exhibiré a partir de ahora. ¿Cómo será mi nueva cara? ¿Habrán desaparecido, por fin, las pústulas y las arrugas? En breve se disipará esta incertidumbre. Si todo va bien, muy pronto los niños extraviados dejarán de huir al verme; querrán pasar, confiados otra vez, al interior de la casa de pan de jengibre; y volveré a tener la despensa llena de comida.
Joaquín Torres.

En la imagen, Gloria Grahame.