Es como la lluvia en una película muda, o como un barco en el fondo del mar, o como una galería de espejos a la hora de cerrar, o como la tumba del ventrílocuo mundialmente famoso, o como el rostro de la novia cuando se sienta a mear después de hacer el amor toda la noche, o como una camisa secándose en el tendal sin una casa a la vista… Bueno, vas pillando la idea. De 'El monstruo ama su laberinto', Charles SIMIC.

Almas gordas, almas delgadas

10/4/09 | |

TEORÍA SIMPLISTA DE LAS ALMAS GORDAS

Pienso en una nueva teoría teosófica de la reencarnación. Es necesario explicar la desproporción de los habitantes que nacen en relación con los que mueren. Pienso que los delgados tengan alma delgada y los gordos alma gorda. Si al morir un delgado, el alma le vuelve a nacer en el almita de un niño, un gordo hace reencarnar cuatro, cinco o más almitas a la vez.
Felisberto Hernández

IMPOSIBLE

En el siglo XVIII un gran autor chino se rompió la cabeza. Quería un relato absolutamente fantástico, violando todas las leyes del mundo.
¿Qué se le ocurrió? Esto: su héroe, especie de Gulliver, llega a un país donde los comerciantes tratan de vender a precios ridículamente bajos, y donde los clientes insisten en pagar precios exorbitantes.
Henri Michaux
En la foto, Virginia Mayo y Burt Lancaster.