Es como la lluvia en una película muda, o como un barco en el fondo del mar, o como una galería de espejos a la hora de cerrar, o como la tumba del ventrílocuo mundialmente famoso, o como el rostro de la novia cuando se sienta a mear después de hacer el amor toda la noche, o como una camisa secándose en el tendal sin una casa a la vista… Bueno, vas pillando la idea. De 'El monstruo ama su laberinto', Charles SIMIC.

Las salpicaduras, un hombre y una mujer

1/10/10 | |

Hombre y mujer

Al decir de ciertos sabios antiguos, la simpatía entre lo sexos es tan fuerte que aún en el caso de que en la Tierra no hubiera sino un solo hombre y una mujer –ella en el Occidente y él en el Oriente- los dos, sin embargo, se encontrarían y se hallarían por obra de la fuerza natural de atracción.
Máxima persa.
El libro de la imaginación. Editorial Fondo de Cultura Económica.
Fotografía de Rober Grimm.