Es como la lluvia en una película muda, o como un barco en el fondo del mar, o como una galería de espejos a la hora de cerrar, o como la tumba del ventrílocuo mundialmente famoso, o como el rostro de la novia cuando se sienta a mear después de hacer el amor toda la noche, o como una camisa secándose en el tendal sin una casa a la vista… Bueno, vas pillando la idea. De 'El monstruo ama su laberinto', Charles SIMIC.

El zoo loco

22/11/10 | |

Una muestra del Zoo Loco, de María Elena Walsh, todo un clásico de la literatura infantil:

Una vaca que come con cuchara
y que tiene un reloj en vez de cara,
que vuela y habla inglés,
sin duda alguna es
una vaca rarísima, muy rara.


Un gato concertista toca Liszt,
una lechuza va y le dice: -Chist,
me aburres por demás,
cambia ya de compás
que tengo ganas de bailar el twist.


Un Gallo a una Gallina preguntó:
¿Cocorocó? ¿Cocorocó cocó?
la Gallina, indecisa,
primero le dio risa,
pero después le contestó que no.