Es como la lluvia en una película muda, o como un barco en el fondo del mar, o como una galería de espejos a la hora de cerrar, o como la tumba del ventrílocuo mundialmente famoso, o como el rostro de la novia cuando se sienta a mear después de hacer el amor toda la noche, o como una camisa secándose en el tendal sin una casa a la vista… Bueno, vas pillando la idea. De 'El monstruo ama su laberinto', Charles SIMIC.

Apuestas contra el mañana

26/2/11 | |

Para no olvidar: entre el 1 y el 3 de marzo, en la Cinemateca Distrital, ciclo El cine negro habla en blanco y negro. Toda la programación aquí.