Es como la lluvia en una película muda, o como un barco en el fondo del mar, o como una galería de espejos a la hora de cerrar, o como la tumba del ventrílocuo mundialmente famoso, o como el rostro de la novia cuando se sienta a mear después de hacer el amor toda la noche, o como una camisa secándose en el tendal sin una casa a la vista… Bueno, vas pillando la idea. De 'El monstruo ama su laberinto', Charles SIMIC.

Al mal camino, placeres complicados

14/7/11 | |

Placeres complicados
Apenas lo permitían sus ocupaciones, hacía las valijas y partía. Sus conocidos solían elogiar este espíritu inquieto, esta permanente disposición a viajar, y de algún modo lo envidiaban. Fue por eso que en una reunión decidió aclarar el equívoco. Ustedes creen que el placer está en viajar, en partir siempre hacia lo desconocido. Pero no es así, dijo. Viajar para mí es penoso, toda una molestia. Mi mayor goce, en cambio, es estar de vuelta en casa y reencontrarme con las cosas y las personas conocidas, de todos los días. Sin embargo, para gozar del placer del regreso, me veo obligado siempre a partir.
Alberto Ramponelli.

Intuición femenina
La acarició y la besó antes de colocarla sobre la marca de los once pasos. Mujer al fin y al cabo, la pelota percibió lo falso de aquel acto y fue directa a los brazos del portero.
José Manuel Ortiz Soto.