Es como la lluvia en una película muda, o como un barco en el fondo del mar, o como una galería de espejos a la hora de cerrar, o como la tumba del ventrílocuo mundialmente famoso, o como el rostro de la novia cuando se sienta a mear después de hacer el amor toda la noche, o como una camisa secándose en el tendal sin una casa a la vista… Bueno, vas pillando la idea. De 'El monstruo ama su laberinto', Charles SIMIC.

Johnny Winter, la muerte del dios albino del blues

18/7/14 | |

Murió el Johnny y el mundo siguió igual, como si nada. Pero aquí dolió un poco, recordamos los primeros CD's que compramos con el dinero de la semana para ir a la universidad (sí, ese Leland Mississippi Blues, del Johnny Winter, de 1969; ¡qué temazo!), recordamos a los amigos que ya no están, a los que dieron espalda, a los que prefirieron la fuga. Pero el Johhny siempre va a estar ahí.