Es como la lluvia en una película muda, o como un barco en el fondo del mar, o como una galería de espejos a la hora de cerrar, o como la tumba del ventrílocuo mundialmente famoso, o como el rostro de la novia cuando se sienta a mear después de hacer el amor toda la noche, o como una camisa secándose en el tendal sin una casa a la vista… Bueno, vas pillando la idea. De 'El monstruo ama su laberinto', Charles SIMIC.

Suman dos, una línea negra, las cuentas

21/8/16 | |

Contabilidad

Llega un momento
en que debemos trazar bajo nosotros
una línea negra
y echar las cuentas.

Instantes en los que pudimos haber sido felices,
instantes en los que pudimos haber sido bellos,
instantes en los que pudimos haber sido geniales.
Nos encontramos con montes, árboles, aguas
(¿qué habrá sido de ellos? ¿Vivirán aún?)
que suman un futuro luminoso
ya pasado.

Una mujer que amamos
y esa misma mujer que no nos amó
suman cero.
Una temporada de estudios es igual
a varios millones de palabras inservibles
cuya sabiduría se ha borrado poco a poco.

Y, por fin, una vez que tuvimos suerte
y otra igual (¿de dónde habrá salido?)
suman dos (anotamos una y la otra la guardamos,
no sea que vaya a haber otra vida).

Marin Sorescu (1936-1996). Les debo el traductor.