Es como la lluvia en una película muda, o como un barco en el fondo del mar, o como una galería de espejos a la hora de cerrar, o como la tumba del ventrílocuo mundialmente famoso, o como el rostro de la novia cuando se sienta a mear después de hacer el amor toda la noche, o como una camisa secándose en el tendal sin una casa a la vista… Bueno, vas pillando la idea. De 'El monstruo ama su laberinto', Charles SIMIC.

Desastre lento

21/11/21 | |

 IV.

¿Quieres mirarme mientras escribo?
Estoy bajo una manta
moviendo la mano a ciegas,
como escriben los fantasmas, igualito.
Estoy escribiendo transparencias,
invisible.
Quieres mirarme y no me dejo.
Cortina, sábana, velo, mantel,
me cubro con lo que puedo.
Las palabras me encuentran
porque ellas no miran sino que traspasan.