La ciudad está desierta. Nico duerme. Se halla envuelta con las sábanas retorcidas, con su larga melena, con un brazo desnudo que asoma por debajo de la almohada. Yace inmóvil, ni siquiera respira.
En una jaula, que se perfila bajo un cuadrado de seda añil y negra, duerme su pájaro: Kalil. La jaula está en el interior de la chimenea vacía, que han restregado hasta dejar limpia. Hay flores junto a la jaula, y también un cuenco con frutas. Kalil está durmiendo, la cabeza bajo la suavidad del ala.
Un fragmento de Am Strande von Tanger, de James Salter, cuento incluido en Anochecer. Traducción de Antoni Puigros.