Es como la lluvia en una película muda, o como un barco en el fondo del mar, o como una galería de espejos a la hora de cerrar, o como la tumba del ventrílocuo mundialmente famoso, o como el rostro de la novia cuando se sienta a mear después de hacer el amor toda la noche, o como una camisa secándose en el tendal sin una casa a la vista… Bueno, vas pillando la idea. De 'El monstruo ama su laberinto', Charles SIMIC.

LA CIRUGÍA PLÁSTICA

21/3/24 | |

 LA CIRUGÍA PLÁSTICA

Cuando tenía catorce mis abuelos sugirieron que necesitaba cirugía plástica. Hicieron una cita con un famoso cirujano y se decidió que mi nariz tenía que ser enderezada, que una cicatriz de mi pierna izquierda tenía que ser cubierta con un pedazo de piel de mi culo y que mis orejas tenían que ser estiradas. Tenía dudas, pero me tranquilizaron diciéndome que podía cambiar de opinión hasta el último momento. Aunque, al final, fue el mismo Doctor F. quien puso fin a mi dilema. Dos días antes de la operación, se suicidó. 

Sophie Calle