Es como la lluvia en una película muda, o como un barco en el fondo del mar, o como una galería de espejos a la hora de cerrar, o como la tumba del ventrílocuo mundialmente famoso, o como el rostro de la novia cuando se sienta a mear después de hacer el amor toda la noche, o como una camisa secándose en el tendal sin una casa a la vista… Bueno, vas pillando la idea.
De 'El monstruo ama su laberinto', Charles SIMIC.
DEJA DE COMER
deja de comer
vive alguna vez
baja hasta tu hueso
y deposítate ahí
pernocta ahí
aprende a dormir ahí
a despertar ahí
a tomar el sol ahí
a tomar la lluvia ahí
aprende a desnudarte
y a vivir
sin nada ahí.
Claudio Bertoni