ME GUSTAN LAS MUJERES QUE ENVEJECEN
Me gustan las
mujeres que envejecen,
con la rapidez de sus arrugas, los cabellos
caídos por los hombros negros del vestido,
la mirada que se pierde en la tristeza
de los reposteros. Esas mujeres se sientan
en las esquinas de las salas, miran hacia fuera,
hacia el atrio que no veo, de donde estoy,
felizmente adiviné ahí la presencia de
otras mujeres, sentadas en los bancos
de madera, hojeando revistas
baratas. Las mujeres que envejecen
sienten que las miro, que admiro sus gestos
lentos, que amo el trabajo subterráneo
del tiempo en sus senos. Por eso esperan
que el día corra en esta sala sin luz,
evitan salir a la calle, y dicen bajo,
a veces, esa elegía que sólo sus labios
pueden cantar.
Nuno Júdice, traducción de A. P. Alencart.