Es como la lluvia en una película muda, o como un barco en el fondo del mar, o como una galería de espejos a la hora de cerrar, o como la tumba del ventrílocuo mundialmente famoso, o como el rostro de la novia cuando se sienta a mear después de hacer el amor toda la noche, o como una camisa secándose en el tendal sin una casa a la vista… Bueno, vas pillando la idea. De 'El monstruo ama su laberinto', Charles SIMIC.

Novela en doce líneas

28/5/25 | |

Novela en doce líneas

cuánto falta para que nos veamos hoy
cuánto falta para que nos veamos ya
cuánto falta para que nos veamos todos los días
cuánto falta para que nos veamos para siempre
cuánto falta para que nos veamos un día sí y un día no
cuánto falta para que nos veamos a veces
cuánto falta para que nos veamos cada vez menos
cuánto falta para que no queramos vernos
cuánto falta para que no queramos vernos nunca más
cuánto falta para que nos veamos y finjamos que no nos vimos
cuánto falta para que nos veamos y no nos reconozcamos
cuánto falta para que nos veamos y no recordemos que un día nos conocimos

Bruna Beber