Es como la lluvia en una película muda, o como un barco en el fondo del mar, o como una galería de espejos a la hora de cerrar, o como la tumba del ventrílocuo mundialmente famoso, o como el rostro de la novia cuando se sienta a mear después de hacer el amor toda la noche, o como una camisa secándose en el tendal sin una casa a la vista… Bueno, vas pillando la idea.
De 'El monstruo ama su laberinto', Charles SIMIC.
LA DORADA
A la pregunta ¿cuánto has amado?
responde como si el lenguaje, mejor aún,
como si el vino se hubiera acabado.
Di que has de ir por más.
Afila luego el cuchillo y eviscera
la dorada que yace exangüe
sobre el batán vil de la cocina.
Y con la misma hoja separa lo tuyo
de lo tuyo. Es tuyo.
Mario Montalbetti.
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