Es como la lluvia en una película muda, o como un barco en el fondo del mar, o como una galería de espejos a la hora de cerrar, o como la tumba del ventrílocuo mundialmente famoso, o como el rostro de la novia cuando se sienta a mear después de hacer el amor toda la noche, o como una camisa secándose en el tendal sin una casa a la vista… Bueno, vas pillando la idea. De 'El monstruo ama su laberinto', Charles SIMIC.

Leyendo en el balcón

17/7/25 | |

 Leyendo en el balcón

me acomodo al sol, persigo su favor

un molde
al que debo pleitesía.

Laminada por los rayos que recién ahora,
a fines de agosto, pueden alcanzar estas cosas,
me organizo alrededor de esa luz

serpiente,
advierto el frío
y me mudo al hachazo blanco
un centímetro por vez.

Valeria Tentoni