Magia negra
Iluminada me dijo que zarandeara el muñeco tres veces seguidas para que venga arrastrándose a mis pies. Que le pusiera un dedo índice en cada ojo, para que no mire a otra mujer. Que le cruzara las piernitas, para que no funcione con más hembra que yo. Y comprobé que sí, en efecto, la magia funciona. Lo compruebo cada vez que le pido un abrazo, y me abraza; le pido que me bese, y me besa; pero le ordeno que me quiera y entonces me mira con ojos huecos, con corazón de trapo, como si de verdad él fuera este muñeco que me preparó la vieja bruja de Iluminada.
Dazra Novak (Cuba).