Es como la lluvia en una película muda, o como un barco en el fondo del mar, o como una galería de espejos a la hora de cerrar, o como la tumba del ventrílocuo mundialmente famoso, o como el rostro de la novia cuando se sienta a mear después de hacer el amor toda la noche, o como una camisa secándose en el tendal sin una casa a la vista… Bueno, vas pillando la idea. De 'El monstruo ama su laberinto', Charles SIMIC.

Cosas que enervan

13/11/25 | |

26. COSAS QUE ENERVAN 


Un invitado que llega cuando tienes que hacer algo urgente y se queda hablando eternamente. Si es alguien por quien no sientes mucho respeto, basta con que lo despidas diciendo «Nos vemos después», pero si es alguien a quien consideras que tienes que rendirle pleitesía, es una situación fastidiosa. 

Un cabello se ha introducido en el tintero y acabas moliéndolo con la tinta. También, el ruido chirriante que emite la tinta cuando le entra una piedrecita. 

De repente alguien enferma y se llama a un exorcista. No lo encuentran en el lugar habitual y se pierde muchísimo tiempo esperando a que aparezca. Por fin consiguen encontrarlo y, con gran alivio, le piden que realice los ritos del exorcismo. Sin embargo, los esfuerzos que ha tenido que hacer en exorcizar a otra posesión recientemente parece que lo han dejado exhausto, ya que, en cuanto se sienta, empieza a leer los sutras con voz somnolienta. Esto es sumamente enervante.

Fragmento de EL LIBRO DE LA ALMOHADA, de SEI SHONAGON.