Un río de sangre
Un río de sangre corre entre las tumbas y cada tanto se bifurca como si obedeciera a un designio premeditado; se filtra abajo de algunas lápidas, desciende por las grietas de la tierra reseca, se cuela entre las fisuras de los ataúdes e inunda las comisuras de los labios de sus monstruosos ocupantes.La tierra se abre, los muertos se levantan y emprenden el camino hacia la aldea. Expira el treinta de abril y comienza la Noche de Walpurgis.
Rubén Faustino Cabrera.