Es como la lluvia en una película muda, o como un barco en el fondo del mar, o como una galería de espejos a la hora de cerrar, o como la tumba del ventrílocuo mundialmente famoso, o como el rostro de la novia cuando se sienta a mear después de hacer el amor toda la noche, o como una camisa secándose en el tendal sin una casa a la vista… Bueno, vas pillando la idea. De 'El monstruo ama su laberinto', Charles SIMIC.

Diatriba juanesca

30/9/05 | |

Esta entrada es sobre Juanes y su concierto (40.000 personas) de la noche anterior en Bogotá, que según nuestros “confiables” medios fue una chimba. Pues ni crean que voy a colocar una foto de este individuo aquí o hacer una hagiografía del señor Juan Esteban Aristizabal, uno de los causantes de que “nuestra música” suene hasta en los buses de las más remotas aldeas de la China (creo que exagero un poco).
Se nos ha vendido la idea de que el susodicho Juanes es un gran cantante y no sólo es cantante el condenado, también es compositor…compositor de bosta del tamaño de la selva amazónica en hits imperecederos como la Camisa negra (a la que al menos tengo que reconocer que es endiabladamente pegajosa), tema de letra más que floja, flojísima, que he tenido que aguantar durante lo que va corrido del año (en busetas, almacenes del centro de Pasto, la universidad, centros médicos, etc.), bueno, en cabeza a cabeza con ese himno playero-melancólico-pachanguero-musical que es El Limbo, del recientemente desaparecido Kaleth Morales (afortunadamente el padre de este monstruo vallenato, no del vallenato, tiene dos hijos, a los cuales está preparando para sustituir a Mr. K, q.e.p.d…estaré pendiente de el Limbo, parte 2).
Pero volvamos a Juanes y su sobre-exposición mediática, causante de que a más de uno le vendan gato por liebre (ya sabemos quién es el gato) y se cree la idea de que este señor es el no va más, alguien de quien debemos enorgullecernos, porque cómo nos hace quedar de bien en el exterior !, eso sí es un colombiano!... mientras tanto un resto de bandas de verdadero talento siguen mendigando por un contrato discográfico (que a menudo nunca consiguen) y terminan tocando en cualquier antro por dos pesos o marchándose al exterior (o es que un grupo como Superlitio no es 20000 veces mejor que don J, aunque venda 20.000 veces menos?).
Ni modo, “mejor no hablar de ciertas cosas”.
Posdata: Juanes, por favor, nunca nos traigas tu música a Pasto, no me hagas sentir que soy parte de “tu tierra”.
Ilustración de Giovanni Clavijo