Es como la lluvia en una película muda, o como un barco en el fondo del mar, o como una galería de espejos a la hora de cerrar, o como la tumba del ventrílocuo mundialmente famoso, o como el rostro de la novia cuando se sienta a mear después de hacer el amor toda la noche, o como una camisa secándose en el tendal sin una casa a la vista… Bueno, vas pillando la idea. De 'El monstruo ama su laberinto', Charles SIMIC.

Diccionario del Diablo, Ambrose Bierce (una selección)

3/2/22 | |

Dibujo de Nelson Pabón
Egoísta, s. Persona de mal gusto, que se interesa más en sí mismo que en mí. 
Idiota, s. Miembro de una vasta y poderosa tribu cuya influencia en los asusntos humanos ha sido siempre dominante. La actividad del idiota no se limita a ningún campo especial de pensamiento o acción, sino que "satura y regula todo". Siempre tiene la última palabra; su decisión es inapelable. Establece las modas de la opinión y el gusto, dicta las limitaciones del lenguaje, fija las normas de la conducta. 
Marido, s. El que después de cenar debe encargarse de lavar el plato. 
Mío, adj. Lo que me pertenece, siempre que pueda apropiármelo. 
Recordar, v. t. Traer nuevamente a la memoria, con algunos agregados, algo que previamente se ignoraba. 
Sabiduría, s. Tipo de ignorancia que distingue al estudioso. 
Teléfono, s. Invención del demonio que suprime algunas de las ventajas de mantener a distancia a una persona desagradable. 
Trabar amistad, v. i. Fabricar un ingrato. 
Voto, s. Instrumento y símbolo de la facultad del hombre libre de hacer de sí mismo un tonto y de su país una ruina.