Es como la lluvia en una película muda, o como un barco en el fondo del mar, o como una galería de espejos a la hora de cerrar, o como la tumba del ventrílocuo mundialmente famoso, o como el rostro de la novia cuando se sienta a mear después de hacer el amor toda la noche, o como una camisa secándose en el tendal sin una casa a la vista… Bueno, vas pillando la idea. De 'El monstruo ama su laberinto', Charles SIMIC.

"México 86, todo el mundo por un balón"

23/1/06 | |

Había escrito cerca de una cuartilla de texto, contradiciendo a mi amigo Pabón, sobre aquella muy discutible afirmación: "de lo que si estoy seguro es que la última buena mascota futbolera fue NARANJITO", pero el demonio quiso que se me olvidara hacer el popular "Control S" y el computador se apagó de forma casi mágica. Igual, dejo aquí muy en claro que para mí, la última gran mascota de una Copa Mundo, fue el carismático Pique de México 86 (y sí, es el mejor mundial que he visto; de ahí para atrás, estaba muy chico o no había nacido).