Es como la lluvia en una película muda, o como un barco en el fondo del mar, o como una galería de espejos a la hora de cerrar, o como la tumba del ventrílocuo mundialmente famoso, o como el rostro de la novia cuando se sienta a mear después de hacer el amor toda la noche, o como una camisa secándose en el tendal sin una casa a la vista… Bueno, vas pillando la idea. De 'El monstruo ama su laberinto', Charles SIMIC.

The Frivolous Five

23/2/06 | |



Es una maldición!, cada vez que estoy buscando algo para las clases, me encuentro con joyas como éstas y me desvío un poco de mis pesquisas...es que uno no está hecho de piedra.
P.D.: Guillotina, un blog sabroso para esta somnolienta tarde de jueves. Vale la pena visitar al Sr. Kramber.