Es como la lluvia en una película muda, o como un barco en el fondo del mar, o como una galería de espejos a la hora de cerrar, o como la tumba del ventrílocuo mundialmente famoso, o como el rostro de la novia cuando se sienta a mear después de hacer el amor toda la noche, o como una camisa secándose en el tendal sin una casa a la vista… Bueno, vas pillando la idea. De 'El monstruo ama su laberinto', Charles SIMIC.

La venia y en el circo.

4/3/07 | Publicado por Giovanni Clavijo Castillo |

La venia

por Drummond

Una dama de calidad se enamoró con tanto frenesí de un tal señor Dodd, predicador puritano, que rogó a su marido que les permitiera usar de la cama para procrear un ángel o un santo; pero, concedida la venia, el parto fue normal.

En el circo
por A. Norge

Y ahora, señores y señoras, les presentaremos, en gran estreno mundial, sin jaula, con su pecho multicolor y toda su crin al viento, a: la felicidad. (Tambor y música.) Aparece. Era verdad, era la felicidad. ¡Y de qué tamaño! Como no estaba domada aún, se lanza sobre el público rugiendo y devora a casi todos los espectadores.

Textos sacados de Soy donde no pienso.
Ilustración de Giovanni Clavijo para Classroom stories.
Ilustraciones de Gio Clavijo.

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