Es como la lluvia en una película muda, o como un barco en el fondo del mar, o como una galería de espejos a la hora de cerrar, o como la tumba del ventrílocuo mundialmente famoso, o como el rostro de la novia cuando se sienta a mear después de hacer el amor toda la noche, o como una camisa secándose en el tendal sin una casa a la vista… Bueno, vas pillando la idea. De 'El monstruo ama su laberinto', Charles SIMIC.

Little Miss Sunshine, un rayito de esperanza.

5/3/07 | |

Pocas veces pasa que me guste demasiado una película, como para repetirla inmediatamente. Esto me sucedió con Little Miss Sunshine, una maravilla que mezcla a partes iguales comedia y drama, y que cuenta con un grupo de personajes que se dan de bruces con una realidad áspera, cruel, pero no exenta de la posibilidad de redención. Una cinta agridulce, capaz de despedazar el llamado "sueño americano", sin ninguna piedad.

Y claro, ésa canción de Sufjan Stevens y la nena y su coreografía de Super Freak. Y el abuelo yonqui...y, véanla.