Es como la lluvia en una película muda, o como un barco en el fondo del mar, o como una galería de espejos a la hora de cerrar, o como la tumba del ventrílocuo mundialmente famoso, o como el rostro de la novia cuando se sienta a mear después de hacer el amor toda la noche, o como una camisa secándose en el tendal sin una casa a la vista… Bueno, vas pillando la idea. De 'El monstruo ama su laberinto', Charles SIMIC.

En la inmunda estamos.

15/6/07 | |

Parecíamos cuatro demonios borrachos (haciendo especial énfasis en el demonio 3) ese día en una tabernucha del centro de Bogotá (tres años atrás), pero sólo habíamos tomado una cerveza cada uno (bueno, yo en mi flojeza etílica, media); Laura, tras la cámara (muy oscura la foto, Laura) y Nelson?, pues con su consabida sonrisa jetapuerquista (o jetajuerguista?). La próxima, la tomamos con James Brown y el Rory Gallagher. Pero todavía no (que no conozco Buenos Aires ni Bombay). Se reserva el derecho de admisión, joven Kaleth.
De izquierda a derecha: Ferney, Nelson (1977-2007), Leonardo y Gio Clavijo.