Es como la lluvia en una película muda, o como un barco en el fondo del mar, o como una galería de espejos a la hora de cerrar, o como la tumba del ventrílocuo mundialmente famoso, o como el rostro de la novia cuando se sienta a mear después de hacer el amor toda la noche, o como una camisa secándose en el tendal sin una casa a la vista… Bueno, vas pillando la idea. De 'El monstruo ama su laberinto', Charles SIMIC.

Hasta siempre, amigo.

15/6/07 | |

Un abrazo gigante, gordo y un buen viaje (muchas birras, también). Y un disco tremendo (dígale al barbas que le ponga Sapo de otro pozo):
::: Caballeros de la Quema - Fulanos de nadie (2001). Contraseña: gustavoeo.blogspot.com