Es como la lluvia en una película muda, o como un barco en el fondo del mar, o como una galería de espejos a la hora de cerrar, o como la tumba del ventrílocuo mundialmente famoso, o como el rostro de la novia cuando se sienta a mear después de hacer el amor toda la noche, o como una camisa secándose en el tendal sin una casa a la vista… Bueno, vas pillando la idea.
De 'El monstruo ama su laberinto', Charles SIMIC.
Todo el crédito para quienes se dan a la tarea de compartir música, cómics, películas y libros (yo simplemente me limito a colocar los enlaces), subiéndolos a los diferentes servidores de descarga. Gracias a ellos por permitir el acercamiento a obras que de otra forma serían inaccesibles. Y gracias, especialmente, a todos los creadores de estas maravillas.