Es como la lluvia en una película muda, o como un barco en el fondo del mar, o como una galería de espejos a la hora de cerrar, o como la tumba del ventrílocuo mundialmente famoso, o como el rostro de la novia cuando se sienta a mear después de hacer el amor toda la noche, o como una camisa secándose en el tendal sin una casa a la vista… Bueno, vas pillando la idea.
De 'El monstruo ama su laberinto', Charles SIMIC.
Kerlames vuelve a la carretera, después de un semestre de pocas entradas (en todo sentido) y mucha reflexión. Para toda la ávida
nerditud resacosa que pase por este blog en estos primeros días de 2010, una carpetota de libros para descargar sobre
metodología de la investigación,
aquí.
Y la ñapa, textos sobre cine y teorías de la comunicación, por
aquí.
P.D.: A mis pocos, pero muy queribles amigos de Pasto,
Popayán, Buenos Aires, la Ciudadela Colsubsidio, el barrio
Tunal, Santa Matilde (¿o es Ciudad Montes?), la Shaio, los
mayores éxitos para este 2010. Se lo merecen.
Y a
don gordo, pues usted ya sabe.