Es como la lluvia en una película muda, o como un barco en el fondo del mar, o como una galería de espejos a la hora de cerrar, o como la tumba del ventrílocuo mundialmente famoso, o como el rostro de la novia cuando se sienta a mear después de hacer el amor toda la noche, o como una camisa secándose en el tendal sin una casa a la vista… Bueno, vas pillando la idea. De 'El monstruo ama su laberinto', Charles SIMIC.

El pensionista sumiso, tras las paredes

22/7/13 | |

Gravidez

Tras las paredes
multitudes se agolpan
sobre el techo
las nubes se esfuman.
Nada de eso oyes, nada ves.
Te dices que el mundo está desierto
(a postigos cerrados,
ningún ruido disturba
tu vigilia,
ninguna luz alumbra
los rincones)
que sólo tú lo pueblas y se ahoga
bajo tu cuerpo sin fin,
donde bulle la vida.

Nicolás Suescún.