Es como la lluvia en una película muda, o como un barco en el fondo del mar, o como una galería de espejos a la hora de cerrar, o como la tumba del ventrílocuo mundialmente famoso, o como el rostro de la novia cuando se sienta a mear después de hacer el amor toda la noche, o como una camisa secándose en el tendal sin una casa a la vista… Bueno, vas pillando la idea. De 'El monstruo ama su laberinto', Charles SIMIC.

La patinadora

4/5/25 | |

LA PATINADORA 


Era la patinadora empedernida. Iba la primera y salía la última. 
Hasta que un día no fue al skating helado, porque había logrado la gloria de los patinadores: morir de pulmonía. 
Ramón Gómez de la Serna, El alba y otras cosas.