Es como la lluvia en una película muda, o como un barco en el fondo del mar, o como una galería de espejos a la hora de cerrar, o como la tumba del ventrílocuo mundialmente famoso, o como el rostro de la novia cuando se sienta a mear después de hacer el amor toda la noche, o como una camisa secándose en el tendal sin una casa a la vista… Bueno, vas pillando la idea.
De 'El monstruo ama su laberinto', Charles SIMIC.
A la televisión
Tu boletín meteorológico me informa aquí y ahora si llueve o hace sol. ¿Para qué salir?
La comida suculenta que sirves frente a mí con los ojos la devoro. Jubilé mis dientes.
En las telenovelas hay tanto poder de vida que ya no me esfuerzo por vivir.
Guerra, sexo, deporte… todo, todo me das. Condenaré la puerta: ya no necesito al mundo.
José Paulo Paes.