Es como la lluvia en una película muda, o como un barco en el fondo del mar, o como una galería de espejos a la hora de cerrar, o como la tumba del ventrílocuo mundialmente famoso, o como el rostro de la novia cuando se sienta a mear después de hacer el amor toda la noche, o como una camisa secándose en el tendal sin una casa a la vista… Bueno, vas pillando la idea. De 'El monstruo ama su laberinto', Charles SIMIC.

RUTH

15/8/25 | |

RUTH 


Después de la muerte de su mujer, un hombre confeccionó una lista de lugares que llevan el mismo nombre que ella: Ruth. 
Encontró bastantes, no solo localidades sino también torrentes, asentamientos, colinas e incluso una isla. Dijo que lo hacía por ella y que le infundía ánimo la fe en que ella, de una u otra manera, seguía en este mundo, aunque solo fuera a través de su nombre. Y, además, que cuando se detenía al pie de una colina llamada Ruth, tenía la sensación de que su mujer no había muerto en absoluto, que seguía existiendo, solo que de otra manera. 
Financiaba ese viaje con el dinero del seguro de vida de ella.

Fragmento de Los errantes, de Olga Tokarczuk.