DEMASIADO ALTA
Cada noche, al volver, y como aún no se han fijado a su cuerpo de manera definitiva, ella expone a la lluvia, en la ventana, los recientes senos. No teme perderlos: la ventana es demasiado alta para la dicha de los hombres. De allí, todas las mañanas, los recoge libres de deseos, de miradas, de lamidas y mordiscos, y vuelve a la calle.
Triunfo Arciniegas.
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Mucho material retro, aquí: Film noir photos/Pulp international/Super Woobinda/Vintage blog/Pin-up mania/