Es como la lluvia en una película muda, o como un barco en el fondo del mar, o como una galería de espejos a la hora de cerrar, o como la tumba del ventrílocuo mundialmente famoso, o como el rostro de la novia cuando se sienta a mear después de hacer el amor toda la noche, o como una camisa secándose en el tendal sin una casa a la vista… Bueno, vas pillando la idea. De 'El monstruo ama su laberinto', Charles SIMIC.

Los recientes senos

27/12/10 | |

DEMASIADO ALTA
Cada noche, al volver, y como aún no se han fijado a su cuerpo de manera definitiva, ella expone a la lluvia, en la ventana, los recientes senos. No teme perderlos: la ventana es demasiado alta para la dicha de los hombres. De allí, todas las mañanas, los recoge libres de deseos, de miradas, de lamidas y mordiscos, y vuelve a la calle.
Triunfo Arciniegas.
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